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Ariana Díaz Celma

Si el año pasado institucionalizamos el Barraca como uno de nuestros restaurantes favoritos de la rama paellera en Barcelona, este año hemos decidido que nos mudamos a Castelldefels, donde acaba de abrir sus puertas el Barracuda, su hermano pequeño, con una personalidad algo más informal y playera, aunque con el mismo espíritu foodie. Como en el caso de su predecesor, el invento viene de la mano del gastroempresario Guido Weinberg, que también pilota los Wokimarkets de la ciudad y se ha definido siempre como gran defensor de los productos ecológicos, y del chef Xavier Pellicer -responsable en su día de los fogones de lugares como el Racó de Can Fabes o el Ábac-, un tándem que ha demostrado rendir a pleno gas.

Barracuda es el hermano pequeño de la arrocería Barraca, con una personalidad algo más informal y playera

A simple vista, lo mejor del Barracuda es su situación, en lo alto de una duna que, aunque situada en la playa de Castelldefels, bien podría pertenecer a la isla más paradisíaca de las Baleares. Te aseguramos que ni la presencia cercana de su vecino restaurante El Tiburón -que acecha descarado- puede estropear la experiencia. El lugar se sitúa a medio camino entre un chiringuito de playa y un restaurante en el que comer bien cerca del mar y la arena, con una carta que destaca a primera vista por el uso de productos ecológicos y de proximidad, siempre bajo los estándares de la comida mediterránea y en un espacio súper cuidado. Las bombillas de colores, las mesas de madera y las hamacas a rayas convierten el espacio en un pequeño oasis que da en la diana de lleno gracias a los sabrosos platos que se sirven.

Recomendamos empezar la comida o cena en el Barracuda con algo de picar. Nos gustaron especialmente sus mejillones al vapor con limón y jengibre, sus buñuelos de Llebgueta o su calamar frito con cerveza negra y mayonesa de lima. Acompáñalo con la refrescante ensalada de tomate raff, cebolla tierna y ventresca, y prepárate para los segundos. Aquí poco margen de duda tenemos, la especialidad de la casa son los arroces y paellas, que pueden sonar tan sanos como el de verduras ecológicas o tan golosos como el de salchicha, pollo, calamar y rape. En nuestra visita nos decantamos por el arroz a banda con navajas y aún hoy comentamos con asombroso lo bien que sabía. La carta también cuenta con una pequeña sección de pescados salvajes recién llegados de la lonja y carne ecológica de los Pirineos, aunque llegados a este punto sólo os podemos aconsejar que dejéis algo de hambre para los postres, desearás alquilar un estómago extra para probarlos todos y razón no te falta. Recomendamos la tartaleta de limón y chocolate blanco o el baba al ron con leche de coco. Tal manjar se puede regar con su apropiada carta de vinos, casi todos de proximidad, ecológicos y biodinámicos, con DO Penedes, Terra Alta, Priorat o Costers del Segre en su mayoría.

Comer o cenar en el Barracuda te costará unos 30-35 euros, que sentirás han sido bien invertidos.

*Fotos por Cecilia Díaz Betz.

Detalles




  • Dirección: C/ Ribera de Sant Pere 17, Castelldefels
  • Horario: L-J 13:00 a 23:30 ı V-S 13:00 a 01:00 ı D 13:00 a 23:30
  • Teléfono: (+34) 93 269 48 12
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://www.tribuwoki.com