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Ariana Díaz Celma

Chromeo está que arde. El electro-funk facturado por David Macklovitch y Patrick Gemayel presentó el pasado Primavera Sound su cuarta entrega, White Women, un disco más pop e igual de redondo que sus anteriores que corona una década de disco revisitado. Así lo atestiguan hits impepinables como ‘Jealous (I Ain’t With It)’, ‘Over Your Shoulder’, ‘Sexy Socialite’ o ‘Come Alive’, sin hablar de las colaboraciones de lujo con las que cuentan, entre las que encontramos a Vampire Weekend, Pat Mahoney de LCD Soundsystem o Solange. No desperdiciamos la ocasión de sentarnos a conversar con ellos largo y tendido…

¿Cómo un dúo formado por un judío y un árabe termina triunfando más de una década? ¿Es la música la fórmula de la paz mundial?

David: Puede que para los europeos sea algo raro, pero para los canadienses es normal. La escuela, donde nos conocimos, es multicultural, así que mezclarnos nos parece algo muy natural desde pequeños.

Lo que sí está claro que tenéis historias distintas… Patrick llegó de Líbano de niño y David estudió literatura y su hermano es A-Trak. ¿Qué background musical os ha dado vuestra familia?

David: En mi casa siempre se ha escuchado música, pero no la han tocado nunca. Pero a mi hermano y a mí nos encantaba escuchar los discos y pronto descubrimos el hip hoP. él es ahora uno de los Dj’s más potentes del planeta y a Chromeo no nos va mal.

Patrick: Yo no llegué a América hasta 1987, creo que el primer contacto que tuve con la música fue Bad de Michael Jackson. De hecho, cuando empecé a dedicarme a la música mi padre estaba en contra de ello.

Creo que hace unos cuantos años que terminasteis la escuela. ¿Cómo se pasa de ser colegas en el instituto a formar un dúo que gira por todo el mundo?

Patrick: En el colegio empezamos a ir juntos porque a los dos nos gustaba la música, coleccionábamos vinilos e íbamos juntos a tiendas para revolver entre vinilos.

David: Empezamos escuchando hip hop, pero pronto nos interesamos igual o más por sus samples. Así es como empezamos a pillarnos discos de funk tipo Parliament, Midnight Star o The Brother Johnson.

Patrick: Por allá 1991 hasta empecé a tocar la guitarra para poder hacer riffs con todos estos temas de funk y alguno de blues. Recuerdo que me flipaba el tema de ‘I’m a King Bee’.

Fuisteis una de las primeras bandas en coger lo mejor del disco y que sonara nuevo. ¿Cómo se consigue este sonido?

David: A través de ciertos elementos de producción. Utilizamos instrumentos viejos, pero de una forma moderna. La forma en la que tocamos la guitarra o los sintetizadores es distinta, aunque la fuente se al amisma.

Y como en todas las canciones de disco, vuestras letras también hablan de chicas, amor y seducción, aunque desde un punto de vista mucho más cómico e irónico…

David: Nuestras letras hablan de seducción pero desde un punto de vista algo distinto al de los temas de los ’80. Queríamos sonar un poco más torturados, tener una perspectiva post moderna del amor y ser más sinceros. Ligar no es tan fácil como lo pintan los temas de disco.

Patrick: Damos un punto de vista anti-heroico de la seducción. Rehacemos temas de baile de los primeros ’80 pero de una forma mucho más creíble.

¿Qué hay de ironía y qué de realidad en vustras letras? Seguro que la realidad es algo mejor de lo que la pintáis…

David: No te lo podríamos decir con porcentaje concreto. A veces Beyoncé canta cosas que no ha escrito pero que sí hablan de ella. Así que a veces hablamos de cosas que nos pasan, pero a veces de otras que vemos. Lo que queremos en conmover al público.

Hacéis bailar a la gente con vuestros conciertos, aunque a veces también pincháis. ¿Qué diferencia hay entre lo uno y lo otro para vosotros?

David: Lo que nos gusta es tocar. Pinchar es divertido de vez en cuando porque estás más cerca de tu audiencia, pero Chromeo como concepto es básicamente música en vivo. Y con nuestro set de piernas, tocar sin ellas es como ver unos labios sin lipstick, no tiene sentido.

Acabáis de lanzar vuestro cuarto álbum de estudio, White Women, quizás el más pop de vuestra carrera…

David: Es cierto y creemos que sabemos la razón. Antes sólo producíamos, ahora cada vez más coproducimos, con lo que optiizamos lo que hacemos, aunque hemos terminado sonando algo más pop. El dúo Olives de Fool’s Gold, por ejemplo, ha echado mucha mano.

Vampire Weekend, Solange, Pat Mahoney de LCD Soundsystem… Es uno de los discos con más colaboraciones de hecho. ¿Por qué y cómo han surgido?

Patrick: Queríamos incluir otros sonidos otras voces. Con Solange, por ejemplo, hablamos porque queríamos una voz femenina y ella ha sido amiga nuestra durante mucho tiempo. El caso de Ezra Koening de Vampire Weekend se remonta a muchos años atrás. Le conocemos desde hace siglos y hasta vino a nuestro primer concierto en Nueva York.

Lo más curioso de vuestro último disco es el título: White Women. Un judío y un árabe haciendo música de negros para mujeres blancas…

David: Puede ser algo en lo que uno se pueda parar a pensar. Realmente empezó con una retrospectiva a Helmut Newton que fuimos a ves a Paris. Es el nombre de su primer libro y nos gustó. Pensamos que podría ser el nombre de un disco de Bowie o los Strokes y que captaría la atención del público. Y, la verdad, tras cuatro años siempre tienes que inventarte trucos para que te hagan caso.

Vuestros hotspots favoritos en Montreal son…

Patrick: El deli Wilensky’s, está donde acostumbrábamos a vivir, el restaurante especializado en pollo Jano’s y la tienda de discos Primitive Disques (3830, Rue Saint-Denis).

Prohibiríais…

Patrick: En el mundo de la música nada, incluso las cosas malas deben existir.

Nunca pensabais que terminaríais…

David: En el cartel de Coachella.

No podéis parar de escuchar en modo repeat…

David: ‘Why’d You Only Cal Me When You’re High?’ de los Arctic Monkeys. Sus letras son las mejores del pop hoy en día.

Patrick: ‘You’ll Never Know’ de High Gloss.

Para vosotros es good2b…

David: Estar de vuelta en Barcelona.

Patrick: Funky.