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Ariana Díaz Celma

Hace tiempo que la calle Mandri y sus alrededores se han convertido en un destino a tener en cuenta si se quiere comer bien. Hasta hace poco, Sant Gervasi se había reivindicado como una zona residencial top, pero pocas veces como un destino gourmet. A vecinos ya consolidados como La Royale o el Bao Bar, ahora debemos sumar Lío de 4, un gastrobar regentado por el chef Jordi Blanch, conocido de muchos por revolver los fogones de restaurantes como el Dos Palillos de Barcelona y Berlín o el Talla de Cadaqués. Culo inquieto donde los haya, hace ya más de un año que Blanch ha conseguido dar personalidad propia y orden a un local que, como su nombre indica, es un buen lío a manos de cuatro socios.

En este apetitoso espacio colisionan la cocina rápida y los platos de mercado con acierto y mucha personalidad

En este apetitoso espacio colisionan la cocina rápida y los platos de mercado con acierto y mucha personalidad. Con pocas pretensiones y un resultado finísimo, la carta invita a empezar con un  pica pica frío en el que encontramos platos inéditos como la ostra con cevihe, el turrón de foie, la burrata con sardina ahumada o el carpaccio con ventresca de atún y contrastes. No obstante, entendemos que con la llegada del frío, prefieras tapas calientes como la croqueta de fondue con queso Idiazábal y espinacas, los buñuelos de bacalao con melaza de caña, el brioche de rabo de buey -para llorar- o el pulpo con parmentier de sobrasada. Todas sus tortillas, sin excepción, muestran que en la cocina de este coqueto restaurante saben lo que se llevan entre manos -todos la saben hacer pero pocos aciertan en llegar a ese punto pseudo crudo que muestra lo mejor del huevo, pero también de la mano que lo bate-.

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Otros imperdibles de la sencilla pero suculenta carta de Lío de 4 son la crema de alcachofas con huevo poché, que en realidad es una mousse sabrosísima, así como el canelón de calabacín con brandada de bacalao, tomate seco y pistachos. Los calamares salteados con judías de Santa Pau -y un punto dulzón que convierte la receta en única-, el steak tartar de ternera gallega con chips de yuca, o las albóndigas de ternera estofadas muestran el lado más contundente para aquellos que no sacian el hambre con el tapeo al uso. Todas ellas son recetas hechas con ingredientes clásicos que, pasados por el filtro de la cocina de Blanch, toman otra dimensión. Y no es algo que solo suceda con primeros y segundos, postres como la macedonia o la crema catalana demuestran que, con algo de imaginación y siendo un virtuoso de los fogones, puedes llegar a dar una vuelta de tuerca a las recetas de toda la vida.

Además de cocina ininterrumpida, también cuentan con una escueta carta dedicada a la hora del vermut

Lío de 4 también está preparado para la hora del vermut. Es entonces cuando uno puede probar latas y chacinería sin mayor secreto que el del buen producto. Anchoas de Santoña, filetes de sardina ahumada con tomates secos, gildas, las imprescindibles patatas chips, jamón ibérico o una magnífica selección de quesos son el el perfecto acompañamiento a un buen vaso de vermut o una caña, los reyes del aperitivo.

Comer o cenar en Lío de 4 -o merendar puesto que su cocina es ininterrumpida- te costará alrededor de 25-30€, dependiendo del hambre y la cantidad de vino con el que uno decida regar el manjar.

Detalles




  • Dirección: C/Mandri, 22
  • Horario: L Cerrado | M-S 13:00-00:00 | D 13:00-16:00.
  • Teléfono: (+34) 93 681 71 63
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://www.liode4.com