Dicen que nada es sorprendente a menos que algo ordinario esté en un entorno que no le corresponde. Descontextualizar objetos cotidianos es el arte que domina el mexicano Paul Fuentes.

Esta fusión altera la realidad de las cosas y plantea posibilidades que se acercan al surrealismo de Magritte

Diseñador gráfico de herencia y profesión, Fuentes conecta en su mente conceptos dispares que inicialmente no tienen nada que ver entre sí. Si imaginásemos un enorme plano que albergase todas las ideas, conceptos y objetos que conocemos, el trabajo de Fuentes está en identificar los vértices donde se juntan más de una idea para plasmarlos gráficamente.

Este pensamiento horizontal juega con las formas y estira los conceptos para crear analogías, metáforas, paradojas y contradicciones; en definitiva, un guiño a la mente de quien lo ve. No sin humor, esta fusión de ideas altera la realidad de las cosas y plantea posibilidades que se acercan al surrealismo francés de Magritte, por ejemplo.

Estos frankensteins estéticos no pretenden más que agradar y entretener mostrándole a nuestra percepción algo que parece ser pero no es; una manera sencilla de reiterar lo fascinante que es el mundo y lo increíble del poder de la mente.

De hecho, el minimalismo de estos mash-ups recuerda al twitter @correctnames, una cuenta increíblemente divertida que sustituye los nombres reales de las cosas por asociaciones tan lógicas y simples como descabelladas. Se podría decir que, en este caso, Fuentes les da vida visual a esos conceptos surrealistas que son más realistas a veces que las propias palabras que los designan.