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El barrio de Poblesec poco a poco se está conviertiendo en uno de los epicentros gastronómicos de Barcelona. Su oferta cada día es más variada y amplia, y hay para todos los públicos, bolsillos y ambientes. En plena avenida del Paral.lel se escuentra el Basílico, un restaurante con trayectoria y bien conocido en el barrio, al que sus dueños decidieron lavarle muy bien la cara, hacer borrón y cuenta nueva, y empezar una nueva aventura, convirtiéndolo en un acogedor y bien logrado gastrobar, que va más allá de la mera tendencia.

Al entrar a este renovado gastrobar uno tiene la sensación de estar en una taberna-colmado, con esos aires de antaño, pero concebido de manera contemporánea

Si con anterioridad habíais visitado este restaurante, tendréis que resetear la mente, porque el Basílico ha pegado un cambio brutal. Desde el espacio, su decoración, menaje y distribución, hasta la carta. Ahora, al entrar a este renovado gastrobar uno tiene la sensación de estar en una taberna-colmado, con esos aires de antaño, pero concebido contemporáneamente. Una mezcla perfecta de ambientes que casan a la perfección con su nueva carta, que ofrece platos con los que hacer un picoteo distendido en la acogedora barra (las cocottes y menú de vermuteo así lo corroboran), hasta propuestas más contundentes y serias en los dos diferentes salones del restaurante. Siempre trabajando con productos de temporada, y poniendo especial énfasis en ofrecer cocina de mercado mediterránea con toques de sofisticación. Esta remodelación gastronómica es obra del chef Pere Nacarino, que llega de la escuela de hostelería Hoffman, y del jefe de cocina Roger Garcia (Fonda España y Bar Cañete).

Basílico es una gran opción, tanto si tu plan es hacer un aperitivo, como si buscas un buen restaurante donde degustar platos elaborados con buenas materias primas, creativos y a precios más que asequibles

Además, la carta está correctamente ordenada por temperaturas, de 5ºC a 10ºC donde podréis degustar una deliciosa ensalada de tomate cor de bou con ventresca de bonito y cebolla morada; un delicioso ceviche de corvina con papaya, choclo frito y leche de tigre a su estilo; o uno de los hits de la carta, el steak tartar de vaca vieja con crema helada de mostaza antigua. En 50ºC a 70ºC os reomendamos encarecidamente que probéis el huevo a baja temperatura con espuma caliente de parmetier y papada de cerdo ibérico en su jugo. De 180ºC a 200ºC destaca la exótica ostra frita con tartar de algas y pomelo thai. Y, por último, de 200ºC a 240ºC no dejéis de probar la ventresca de atún con guiso de alcaparras, soja y mango. En los postres destaca, sin duda, el babá al ron con crema de vainilla bourbon.

Si te dejas caer por el barrio de Poblesec, Basílico es una gran opción, tanto si tu plan es hacer un aperitivo, como si buscas un buen restaurante donde degustar platos elaborados con buenas materias primas, creativos y a precios más que asequibles.

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