Si hay algo que uno echa en falta tras una inmersión en Marruecos, eso son las bondades del hammam y sus cualidades purificadoras, no solo a nivel físico, sino también en un estado mucho más psicológico y mental. Pues bien, la nostalgia del wellness marroquí queda en el olvido gracias a un auténtico oasis en el centro de Barcelona. Un spa camuflado entre los variopintos negocios de Comte Urgell, regentado por Nadege Pegorarotto, una francesa afincada en la ciudad condal que aplica sus conocimientos en bienestar en este agradable espacio para hacer la vida un poco mejor a sus clientes. Años de experiencia en su Montpellier natal y muchos meses viajando por el sudeste asiático dan como resultado Le Patio, un lugar para el disfrute sin límites.

Cruzar el umbral de Le Patio es sinónimo instantáneo de desconexión: el tiempo aquí parece suspenderse con el único objetivo gozar y hacer un kit kat de esos que todos nos merecemos de vez en cuando. Como indica el nombre, el espacio cuenta con hasta tres pequeños patios, no obstante, la joya de la corona la encontramos en su parte trasera, donde se esconde un auténtico oasis que invita a la poner el cerebro en modo off y olvidarse de lo que pasa más allá de la puerta de entrada. Plantas, un set up muy confortable y el té recién servido en la mesa dan completo significado al nombre de este agradable spa.

Cruzar el umbral de Le Patio es sinónimo instantáneo de desconexión: el tiempo aquí parece suspenderse con el único objetivo gozar

Pero volvamos a lo que más llama la atención de Le Patio: el hammam, adaptado a los estándares barceloneses, sin por ello perder su esencia. Aunque aquí uno puede probar tratamientos de todo tipo, recomendamos practicar el Ritual Hammam, una experiencia que te llevará de viaje al otro lado de Gibraltar. Éste se compone de una exfoliación corporal con jabón negro, una técnica ancestral que precede al hammam, y que está compuesto de olivas negras maceradas con potasio y sal, muy rico en vitamina E y que posee grandes propiedades para todos los tipos de piel. Esta exfoliación no es nada agresiva y elimina las toxinas e hidrata la piel. Este tratamiento termina con un masaje energético personalizado de todo el cuerpo, que combina manipulaciones suaves con otras más profundas, posee un efecto tonificante y relajante, a la vez que favorece la circulación sanguínea y linfática para la eliminación de toxinas. En resumen, ayuda al cuerpo a encontrar de nuevo su equilibrio natural a través de una técnica que proviene de Asia e Indonesia perfecta para evacuar el estrés y las tensiones musculares.

Por cierto, todos los tratamientos vienen avalados por firmas como Natura Bissé, Charme d’Orient o LPG System, así que no hay fallo. Un viaje sensorial único que se tiene que vivir mínimo ‘once in a lifetime’. Aunque si te dejas caer por Le Patio, seguro que repites.