La renovación del cine español mira hacia los márgenes
Ayer Rossy de Palma y Paco León nombraron los nominados a los Premios Goya, cuya 33ª ceremonia tendrá lugar en Sevilla. La alfombra roja ha visto looks de diversa índole, emotivos discursos y las más encendidas protestas. Se me pone el vello de punta cuando recuerdo la gala del 2003, en la que bajo el grito del ‘No a la guerra’ el grupo Animalario -compuesto por Willy Toledo, Alberto San Juan, Javier Gutiérrez o Roberto Álamo- condujeron una de las galas más reivindicativas de los premios del cine español. En esta ceremonia muchos invitados y premiados no solo lucieron la pegatina con el lema, también pidieron al Gobierno de Aznar la retirada de las tropas de Irak.
El cine patrio está experimentando una notable renovación, así lo demuestra la producción de cintas de este año que termina
Las nominaciones de los Goya siempre sirven para hacer balance del estado del cine patrio. Ignoro qué sucederá en la próxima gala, pero tengo claro que el cine español está experimentando una notable renovación. Así lo constatan cintas Entre dos aguas de Isaki Lacuesta, que opta al galardón a la Mejor Película y a la Mejor Dirección, la entrañable Campeones, que se ha llevado once nominaciones o Carmen y Lola, que opta a ocho. Por el Palacio de Congresos y Exposiciones FIBES de Sevilla pasará lo más distinguido del cine patrio, pero hay cintas que se han quedado al margen del certamen. Películas interesantes que merecen ser mencionadas. Hablaré de algunas de las cintas más interesantes que nos ha dado el cine patrio en 2018:
Fotograma deTódalas mulleres que coñezo (Xiana do Teixeiro, 2018)
Entre dos aguas, de Isaki Lacuesta
La continuación de La leyenda del tiempo (2006) de Isaki Lacuesta prosigue la apoteósica no-ficción en la que Isra sale de la cárcel y vuelve a la gaditana isla de San Fernando. Allí intentará recuperar a su mujer y sus tres hijas en un terreno devastado por el paro laboral y la precariedad. Cheíto, su hermano, también regresa al barrio tras una larga travesía con la Marina. Los dos hermanos se reencontrarán y ensamblarán sus luchas personales y añoranzas por la ausencia de su padre. Isaki Lacuesta (Girona, 1975) dirige este film, ganador de la Concha de Oro en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
Carmen y Lola, de Arantxa Echebarría
Carmen y Lola son dos adolescentes gitanas del extrarradio de Madrid que llevan su romance en secreto, en un entorno marcado por el tabú sexual y que no acepta su romance. Las chicas tendrán que luchar contra los fantasmas de la armonización y la compleja relación con sus respectivas familias para vivir su amor. La cinta, que contó con un buen influjo de taquilla en Francia y gran repercusión en Cannes, ofrece una reflexión a los retos del colectivo gitano hacia la diversidad afectivo-sexual.
I hate New York, de Gustavo Sánchez
Esta cinta es una auténtica joya. En ella, Gustavo Sánchez deja plasmado el rodaje de diez años en el underground de Nueva York y narra las vidas de cuatro mujeres transgénero: Amanda Lepore, Sophia Lamar, Chloe Dzubilo y Tara Delong. En I hate New York podremos zambullirnos en en underground nocturno neoyorquino y ponernos en la piel de estas cuatro supervivientes, así como sus procesos vitales. Te recordará a la mítica Paris is burning (Jennie Livingston, 1990) y su soundtrack no tiene precio, con las LCC, Arca, Ryuichi Sakamoto & Alva Noto a la cabeza.
Las distancias, de Elena Trapé
Elena Trapé debuta en la que refleja las idas y venidas de una pandilla de treintañeros que se reúnen por sorpresa en Berlín para dar una (fatídica) sorpresa a un amigo en común, que hace unos años vive allí. Lejos de ser un motivo de alegría para Comas, la visita de sus amigos en su treinta y cinco cumpleaños será una verdadera carga que deje constancia de la mella que el tiempo y la distancia hace en las relaciones amistosas. El debut de Trapé, producido por Isabel Coixet, me ha recordado a Les Amigues de l’Agata de Marta Verheyen, Laia Alabart, Alba Cros, Laura Rius, cinta revelación del cine catalán de 2017.
Tódalas mulleres que coñezo, de Xiana do Teixeiro
En su primer largometraje, Xiana do Teixeiro, expone una reflexión a modo de polifonía sobre el reto que supone para la mujer hoy en día habitar el espacio público. En tres conversaciones con amigas podemos conocer diversas experiencias y sensaciones, como la inseguridad que siente una mujer cuando camina sola por la naturaleza, las calles de su ciudad o regresando a casa de madrugada. Resulta interesante que parte del documental se desarrolle en un instituto de secundaria, donde se generan conversaciones con los alumnos y se puede observar la percepción que tienen los chavales sobre la masculinización de los espacios y la violencia. Tódalas mulleres que coñezo circula por salas españolas en la actualidad. Imprescindible.