El número de gente que busca lugares agradables, donde poder comer saludablemente y con garantías, ha crecido exponencialmente en los últimos años. Ya no nos vale cualquier cosa, y se nota que cada vez hay más adeptos a esta tendencia. Queremos saber qué estamos comiendo, de dónde vienen los alimentos, qué propiedades tienen y cómo se han cocinado. De esta necesidad de conocimiento a la hora de comer nació el OhBo Organic Café. Su dueño, cansado de no encontrar lugares con estos requisitos, decidió montarlo él. Llevó a cabo una exhaustiva investigación, y con un muy buen asesoramiento nutricional y gastronómico, surgió el OhBo. Hotspot nuevo e imprescindible en la zona alta, para todos aquellos amantes de la cocina orgánica, saludable y con productos certificados, donde la información, el buen ambiente, y hasta incluso el agua, son excepcionales.

El cocinero y asesor gastronómico Iker Erauzkin es el encargado de elaborar cada uno de los platos, prestando especial atención a la presentación y a mantener todo el sabor y propiedades de los ingredientes

Lo primero que llama la atención en el OhBo, y que puede ser un buen motivo para entrar, es su presentación estética. En la decoración, ideada por Isabel López Vilalta, se entremezclan estilos vanguardistas e industriales, pero que consiguen generar un ambiente muy cálido y familiar. Esto se consigue con la cambinación de hierro y madera, sin muchas florituras, que baña los 210 m2 del local, junto a la gran cantidad de luz natural que entra por las cristaleras. Una vez dentro, cómodamente sentados y escudriñando una muy detallada carta, la siguiente sorpresa llega con el agua. La elaboran en el mismo OhBo mediante un proceso de filtraciones que consigue las condiciones óptimas de calidad y pureza, sin generar residuos, servida en bonitas botellas de cristal, y con el punto a favor de que parte de los beneficios que se obtienen de las ventas de cada botella, se destina al proyecto solidario Agua para todos.

Llega el momento de pedir. En el OhBo es tarea complicada por lo apetitoso de los platos, y la gran variedad de opciones, así que os recomendamos que disfrutéis de alguno de los batidos y zumos naturales que tienen, mientras os pensáis qué comer. Os cargarán las pilas en un abrir y cerrar de ojos, y la verdad es que están de vicio. Hablamos de más de 20 licuados frescos que varían según la temporada y están diseñados por la experta naturópata Adriana Ortemberg. Hay tres tipos: zumos naturales, los Green Smoothies (a base de combinaciones con verduras) o los Smoothies especiales que se elaboran con superalimentos que cuentan con propiedades antiaging, revitalizantes, energizantes, antioxidantes y reconstituyentes.

Ya metidos en faena, con las pilas recargadas y buen apetito, en la carta encontraréis una gran variedad de propuestas saludables y suculentas. El cocinero y asesor gastronómico Iker Erauzkin es el encargado de elaborar cada uno de los platos, prestando especial atención a la presentación y a mantener todo el sabor y propiedades de los ingredientes. Y lo que es mejor, encontraréis opciones para todos los gustos: vegetarianas, veganas, para celíacos, con especificaciones sobre la composición de los platos, valores nutricionales,  y  explicados con todo lujo de detalles. Para empezar, os recomendamos probar la degustación humus, guacamole y baba gamush con pan de pita, con cualquiera de las ensaladas que tienen, están todas buenísimas, aunque la de quinoa, pasas, pistachos, menta y zanahoria te dejará enamorado. Para seguir, si eres fan de los tartares, el que hacen de salmón salvaje con aguacate, manzana y jengibre, te encantará. Si lo tuyo va más con la carne, el roast beef de vacuno ecológico de la Pobla de Segur es tu opción. ¿Eres vegetariano? No te pierdas la lasaña de verduras. Y, por supuesto, como colofón final, alguno de los postres como el de yougurt con muesli y frutos del bosque.

Precio medio por persona 20-25€.