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Alejandra Chacón de Azúa

Hay un rincón en Barcelona que a pesar de estar escondido en la calle Beethoven número 8, es uno de los puntos de referencia de la ciudad. Desde hace años, cruzar las puertas de El Petit Celler comandado por Sebastià Lozano, significa tener al alcance de la mano algunas de las grandes referencias del vino, tanto nacionales como internacionales.Un espacio en la capital condal que ha sabido mantenerse y renovarse en un mercado creciente y cambiante que va al alza. Por eso, después de veinte años de experiencia vendiendo vinos de toda clase y condición, esta tradicional bodega ha decidido dar un paso más y acercar los vinos más top al consumidor final. Es por eso, que hoy hablamos también de Tribut, el nuevo Wine Bar Experience de Barcelona, o lo que es lo mismo, el nuevo santuario de los amantes del vino.

La carta cuenta con un total de 250 referencias que se podrán tomar a copas

Con un estilo renovado, la actual tienda se ha transformado en un espacio mucho más diáfano, albergando ahora una área de ocio en la que sentarse a disfrutar de los mejores vinos del mundo a base de copas. Con un total de 250 referencias en la carta, los apasionados de esta bebida podrán probar todos los vinos que deseen a partir de copas de 3 o 6 centilitros (media copa), y con precios que variarán según el precio original de la botella. De este modo, los más ambiciosos, podrán deleitarse con grandes creaciones y auténticas rarezas muy difíciles de encontrar.

Dividido en distintos ambientes, el que más nos llama la atención es el que llaman «la caja fuerte», donde descansan las joyas de la corona. Y es que no en vano, su nombre guarda reminiscencias a lo que antiguamente fue la caja fuerte de una sucursal bancaria, de la que aún se puede ver la puerta blindada. Sin embargo, el renovado Petit Celler también cuenta con dos salas privadas en las que se podrán hacer tanto catas personalizadas como cenas o comidas privadas; y la Vermutería, pensada para degustar una gran selección de vermuts con las mejores conservas.

 

El Petit Celler se divide en distintos ambientes: Tribut, la vermutería y dos salas privadas a parte de la «caja fuerte»

Pero si lo que se quiere es acercar el vino al consumidor final, es indispensable contar con un buen sumiller. Por eso, será Bernat Martínez, sumiller de algunos de los mejores restaurantes como el Bravo o el Àbac, el encargado de transportarnos al universo vitivinícola que hará que deseemos todos los vinos de la carta. Una carta, que a propósito, está dividida en vinos tranquilos -con representación de D.O de España y Cataluña-; y vinos generosos. Y con tal de poder disfrutar de todas las copas que se quieran, las botellas se abrirán con lo que se conoce como coravin, una herramienta utilizada en los mejores wine bars con la que se perfora el corcho de la botella y se extrae el vino a base del aire que se genera dentro.

No obstante, y al igual que un vino debe ser servido por un buen sumiller, es indispensable que esté acompañado de delicados bocados que estén a la altura. Por eso, en Tribut de El Petit Celler, se podrán maridar los vinos con los mejores productos gourmet del mercado como ostras, embutidos ibéricos y una extensa lista de quesos nacionales. Todo para que vivas la mejor e inolvidable experiencia.

Detalles




  • Dirección: c/ Beethoven, 8
  • Horario: L-V: 9:30 - 14:30 & 17:30 - 21:30; S: 10:00 - 14:00; D: cerrado
  • Teléfono: + (34) 932 00 82 60
  • Tipo: Bar-cafetería
  • Web: https://www.petitceller.com/