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El diseñador holandés Herman Kuijer acaba de presentar dos nuevas instalaciones lumínicas en la ciudad de Zutphen. Un proyecto a caballo entre la arquitectura y el arte que otorga una nueva ‘vida’ a esas partes tan anodinas, grises y meramente funcionales del paisaje urbano como son los pasajes, los pasos inferiores o los túneles.

Un proyecto a caballo entre la arquitectura y el arte que otorga una nueva ‘vida’ a esas partes tan anodinas de la ciudad

A través de un diseño lumínico colorista, Herman Kuijer ambienta estas construcciones consiguiendo hacer más agradable el paso por ellas. A través de la estética del color, revive esas zonas ‘muertas’ de la ciudad y además les da un plus de seguridad. No olvidemos que el imaginario de las películas de terror ha hecho mella en este sentido y que no nos gusta demasiado pasar por este tipo de lugares. Bromas a parte, en palabras del propio Kuijer: «Mi tarea fue crear una obra sostenible que permitiese a la gente cruzar con seguridad a través de estos pasos y también que les ofreciese la posibilidad de experimentar la calidad estética de la luz». Una original forma de mejorar la apariencia de las obras urbanas de dominio público, que trae una consecuente mejora de la estética de la propia ciudad y por tanto de la calidad de nuestra experiencia como habitantes de la misma. Un punto de especial importancia en el día a día. En los Países Bajos, que siempre van un paso por delante, se trabaja a conciencia en ello, y ya son un gran ejemplo al respecto.