By

Hace ya tiempo que venimos hablando, comentando y reivindicando, movimientos tan imprescindibles como el slow fashion. Progresivamente han ido apareciendo firmas que han decidido apostar por una forma de moda alejada de la masacre globalizadora de las grandes multinacionales del sector textil, y apostar por una producción y un diseño tan sostenible como localista. Este tipo de iniciativas que invitan a darle al pause y a pensar seriamente de dónde y cómo sale todo lo que llevamos puesto, empezaba a hacerse imprescindible aplicarlo en otros campos, como por ejemplo, el del mobiliario. Gratamente nos hemos topado con Twistab, un proyecto creativo de diseño y fabricación de objetos y muebles tan cotidianos como mesas, sillas o taburetes, con la palabra proximidad como punto de partida.

Su mentor Isaac P. Racine estuvo dos largos años investigando para lograr aunar en un mismo objeto varios conceptos

Su mentor, el diseñador canadiense afincado en Barcelona, Isaac P. Racine, estuvo dos largos años investigando para lograr aunar en un mismo objeto varios conceptos. Por un lado, que fuese algo simple, sencillo de montar y lúdico; además, que se pudiese fabricar digitalmente y a través de un proceso de producción local y sostenible materializarlo; y, por otro lado, eliminar la tan odiosa obsolescencia programada, es decir, crear objetos como antaño: duraderos y resistentes, sin fecha de caducidad. Dicho y hehco, Racine consiguió crear lo que llevaba años ideando, y el resultado se salvaguarda bajo el bautismo de Twistab. Este proyecto sostenible y de diseño abierto, ahora presenta en sociedad su primera colección de mesas y taburetes alternativa a la producción industrial. Objetos muy versátiles, realizados con materiales locales, a un precio justo y con la tan contemporánea posibilidad de ser customizados a gusto del cliente. Una forma de conseguir crear objetos únicos y que rompan con esa horrenda uniformidad hogareña o la «maldición Ikeística«.DSC_0716.1 DSC_0724

Estos objetos, actualmente se fabrican en el Green FabLab Valldaura. Están a la venta en el espacio CURTIDOS (Bisbé Laguarda 16, Barcelona), o se pueden encargar a través de su web.