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Ariana Díaz Celma

Carne en formato platillo y tapa servida en barra. Esto es lo que nos propone el Bardeni, el meat bar que Cardeni -su hermano mayor situado en el local contiguo-, acaba de abrir enfundado en un visceral rojo pasión. Ambos restaurantes no sólo comparten parte de sus letras y tipografía, sino también a su alma máter, Dani Lechuga. Él ha sido el responsable de parir este local moderno pero sin pretensiones, en el que caben un máximo de 16 personas repartidas entre su barra principal y las mesas altas situadas a los laterales, sólo aptas para parejas. A pesar de una situación un tanto extravagante -aunque es casi de agradecer, sino encontrar mesa sería algo impracticable-, auguramos éxtito absoluto a esta gastrobarra que siente debilidad por la carne. Y si está un poco cruda, mejor.

Su carta es escueta y da en el clavo. Nada de rodeos, directa al grano -o a la carne si se prefiere-. Empezar con el canelón de cola de rabo con parmentier y frutos secos o con sus vieiras con panceta es un tanto asegurado. No obstante, es posible combinar estos platillos con sus ya populares patatas bravas, que recuerdan levemente a las que Arola factura desde hace años, así como con las croquetas de jamón ibérico. Lo bueno empieza en la segunda página de la carta, donde encontramos exquisiteces como el fricandó ‘finger food’, la hamburguesa, el steak tartar al estilo Caldeni -recomendamos pedirlo algo picante- o el tiernísimo onglet de Wagyú. Lo mejor del asunto es que las raciones están pensadas para compartir y son tamaño tapa, así que puedes probar con calma el 50% de la carta en una sola visita. Entre los postres queremos destacar el brownie blanco con mousse de chocolate con frambuesas. Nos pareció tan flipante que nos comprometeríamos a devolver el dinero a los insatisfechos.

Comer aquí costará a partir de 25/30 euros que inluyen su acertada carta de vinos a copas, así como un correctísimo menú de cervezas. Además, en Bardeni cuentan con recomendaciones diarias escritas en una de las paredes que bordea la barra y que bien deben ser tomadas en cuenta.

Por cierto, no reservan, así que no está de más esmerarse para pillar mesa. Not to be missed.

 

Detalles




  • Dirección: c/ València 454 Barcelona