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Ariana Díaz Celma

Tras la pandemia, el Senyor Parellada bajó la persiana para no volver. Este icono emblemático de la Barcelona pre y post olímpica, no obstante, ha reabierto hace escasos meses manteniendo su belleza bajo el alias de Carmina. Eso sí, la nueva gestión ha maquillado el espacio con sutiles neones de color y una carta algo distinta, aunque arraigada también a la tradición y sin olvidar los platos que hicieron mítico este local. Así pues, esta antigua casa de viajerxs, donde se servían platos a precios módicos desde finales de siglo XIX, sigue sacando platos de su cocina para un público más elevado y algo nocturno. F: Cortesía de Carmina

Carmina no se olvida de sus orígenes y sirve clásicos actualizados del Senyor Parellada como la paella ciega de marisco o el fricandó con patatas fritas

Viajerxs con pasaporte barcelonés, pero también estampado con sellos de todo el mundo, son el público objetivo del nuevo Carmina, un restaurante cosmopolita con una carta más bien clásica. Aunque eminentemente mediterráneos, sus platos tienen también un deje italiano, fiel reflejo del grupo que lo gestiona actualmente, Isabella’s, que hace pocos meses abría también el aplaudido Gala en el Eixample barcelonés.

Josep Maria Massó, su nuevo chef ejecutivo, sugiere al comensal empezar con clásicos patrios como un buen jamón de bellota, las croquetas de rabo de toro y pecorino trufado o los calamares a la andaluza con cítricos y chipotle; así como con otros platos más internacionales como el mini lobster roll o unas ostras de Normandia. Es también él el responsable de revisionar clásicos del antiguo Senyor Parellada actualizados como la paella ciega de marisco, el arroz seco con verduras, los canelones de la tieta o el fricandó con patatas fritas.

© Carmina

Además de las pertinentes ensaladas, como la de tomate del Empordà con stracciatella, aceite y sal, o el fresquísimo canelón de aguacate con langostinos, atún y mayonesa de lima; la carta también cuenta con las pertinentes carnes y pescados. No obstante, lo que da una personalidad única al menú son sus pastas, algo que Carmina y sus predecesores llevan en el ADN. Penne all’arrabiata o al vodka; paccheri con tomate, albahaca y mozzarella; rigatoni a la norma o spaghetti alla carbonara: recetas de siempre que saben cómo ejecutar con destreza.

© Carmina

Además, el lugar cuenta con una carta d’esmorzars de forquilla y un bufet de desayuno al gusto de todxs. El espíritu de fonda catalana, pues, sigue impreso entre las cuatro paredes del Carmina, que pretende sumergir el o la visitante en la mejor época de esta fonda catalana, cuyas pinturas originales han sido restauradas.

El espacio nos traslada a una casa colonial cubana impregnada de tonos rojos y motivos que nos remiten al Caribe. Un entorno agradable para desayunar, comer y cenar, pero también para tomar las primeras copas en fin de semana. De hecho, en el piso superior se esconde un speakeasy donde ver pasar las horas.

© Carmina

El tiquet medio del Carmina ronda los 35€, dependiendo siempre del apetito y la sed del comensal.

Detalles




  • Dirección: C/ Argenteria, 37
  • Horario: L-J: de 07:00-01:00h | V-S: de 07:00-02:00h | D: de 07:00-01:00h
  • Teléfono: (+34) 93 606 15 24
  • Tipo: Restaurante
  • Web: https://www.instagram.com/carmina.bcn/