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Bru Romero

Veranito caluroso incita a un buen plato de pasta, y es que seguimos sin saber qué extraña magia acompaña a la cocina italiana, que durante el estío permite que entre tan bien. Ricos platos con la dosis necesaria de hidratos para encararnos al agotador calor, y que en Pagus encuentran el verdadero oasis para lxs amantes de esa Italia tatuada en nuestra memoria. F: Todas las imágenes cortesía de Pagus. © Pagus

Pura gastronomía tradicional y contemporánea es lo que encontramos en Pagus, uno de los italianos más ricos del barrio de Salamanca que apuesta por las pastas frescas como indiscutible carta de presentación. Un honor del que otros restaurantes del tipo no pueden fardar y que, en el caso de Pagus, nos lleva a celebrar los ricos sabores de un recetario sencillo, pero absolutamente espectacular.

Cuando una trattoria se convierte en asador y no pierde su esencia más carismática

Una trattoria surgida de la unión de un kirguís (República de Kirguistán) y un calabrés, con todo lo necesario para completar una experiencia gastronómica de matrícula y donde dejarse agasajar por una interesante propuesta gourmet, que no reniega ni de los paladares más vegetarianos de la sala. Así, sus materias primas primorosamente seleccionadas y la manera de entretejer cada uno de los condimentos de potente sabor convierten a Pagus no solo en un italiano diferente por el que dejarse caer, sino en un place to be que da la bienvenida a todos, sin excepción.

Un Pagus de simbiosis totalmente rompedoras que, sin perder de vista los sabores de toda la vida, nos acercan a platos con estrella como son su parmigiana di melanzane (pastel de berenjena al horno con parmesano), el caciocavallo alla piastra (queso de cabra calabrés a la plancha con vinagre de Módena), carne salada trentina, rollo de cerdo asado en su jugo loncheado y con patatas, ensalada Caprese, lomo alto con sal y aceite, deliciosa picanha, cadera de ternera y estupendas pastas artesanales como los ravioli rellenos de requesón de vaca con salsa de nueces y jamón ahumado, agnolotti rellenos de patata y salchicha fresca con parmesano rallado, maccheroni con salsa N’duja (pica) y requesón ahumado, o sus sabrosos pappardelle con guiso de carne de jabalí picada y bien de salsa de tomate.

Si te apetece alargar la sobremesa, hazte con cualquiera de sus postres artesanos y marídalos con una copita de vino made in Italy, que también resultan para una buena digestión y mejor juerga posterior.

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