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Ariana Díaz Celma

Hace ya tiempo que Oriol Martínez decidió dar al egg sandwich el lugar que merecía. Esta denostada combinación ha ganado por fin el status que merece en su Egg Lab de la calle Sepúlveda de Barcelona. El éxito apabullante de esta prueba piloto le ha llevado a abrir un segundo local acorde con las normas que dictan el triunfo en tiempos de pandemia: situarse en un barrio donde hacen falta ofertas con alma y dar mucho peso a la opción de take-away. F: Todas las imágenes cortesía de Maria Astrand/The Egg Lab

Este sándwich ganador era ya un tentempié habitual entre las tropas británicas durante la Primera Guerra Mundial

Este sándwich ganador no es algo nuevo en la gastronomía mundial –se trataba de un tentempié habitual entre las tropas británicas durante la Primera Guerra Mundial– pero, como tantas otras cosas, le ha costado: A) llegar a esta latitud y B) contar con una variante gourmet que le hiciera justicia. Así pues, la nueva open kitchen que Martínez ha abierto en Sant Gervasi se ha convertido en la opción gamberra, sabrosa y con mucho groove que el barrio necesitaba.

Es en la callejuela de Ciutat de Balaguer donde The Egg Lab Street factura sándwiches pensados para consumir en formato take-away y delivery, pero también para degustar in situ: una pequeña barra da la bienvenida al comensal cuando uno llega a esta coqueta cocina, donde no hay secreto alguno.

© Maria Astrand/The Egg Lab

La sencilla combinación de ingredientes nos hace viajar hasta India, México o Tailandia, pasando por Estados Unidos o Reino Unido

El huevo y el pan son los protagonistas de una carta con ocho referencias que se combinan con todo tipo de ingredientes, con una sola finalidad: dar con un cóctel de sabores infalible. La base de la ecuación no tiene precedentes: el pan –un brioche artesanal adaptado a la necesidades– viene del Forn de Sant Josep, mientras que los huevos camperos llegan de la granja de Sant Lluís de Dosrius.

Lo más sorprendente del asunto es cómo una combinación de ingredientes tan sencilla nos puede hacer viajar hasta tan lejos: hasta India, México o Tailandia, pasando por Estados Unidos o Reino Unido. El Frida, por ejemplo, ​está hecho a base de tinga de pollo casera, aguacate, queso Jack Monterrey, huevo a la plancha, cebolla encurtida, salsa chipotle y topping de nachos y pico de gallo, y te transportará al tex-mex más auténtico. Con el ​Shiva​ –hecho con pollo tikka masala, cilantro, soft scrambled eggs, lechuga, queso Jack Monterrey, pasas y chutney de mango– llegaremos hasta las calles de Mumbai; mientras que con el ​Tuk Tuk​ y su combinación a base de pollo asado al curry verde, soft scrambled eggs, queso cheddar, lechuga, cilantro, albahaca y cacahuetes, nos trasladaremos hasta las calles más pintorescas de Singapur.

© Maria Astrand/The Egg Lab

Los vegetarianos deben saber que cualquier combinación que contenga carne se puede sustituir por heura y que los platos están pensados para compartir con sus patatas fritas caseras o las chips de boniato; opción ganadora bajo nuestro punto de vista. Los más golosos deben contar también con una información de gran valor: es posible culminar el ágape con el Cross-quini de Nutella, pan de molde hojaldrado, como el del croissant, con la archifamosa crema de chocolate y avellanas.

Detalles




  • Dirección: Ciutat de Balaguer 14, Bis 3
  • Horario: Lunes Cerrado | M-V: de 13:00h a 15:30h y de 20:00h a 22:30h | S-D: de 12:00h a 15:30h y de 20:00h a 22:30h
  • Teléfono: (+34) 934 23 61 23
  • Tipo: Restaurante
  • Web: https://the-egglab.com/street/