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Bru Romero

No podemos dejar que el otoño (que ha llegado más fresquete de lo esperado) y las medidas sociales de esta nueva normalidad nos impidan seguir planeando como hacíamos por costumbre. La vida sigue y debemos, con cuidado pero con paso decidido, volver a citarnos en esos restaurantes donde nuestra vida se nos ha escapado con tanto gusto. Negocios que, como Ablanedo, siguen abriendo (en Madrid) para seguir mimándonos en un tiempo en el que los abrazos están demasiado caros. F: Todas las imágenes cortesía de Ablanedo

Situado en el barrio de Chamberí, y alegrando el día a medio Argüelles, el restaurante Ablanedo surge como perfectas coordenadas si lo que quieres tomarte es un buen respiro, en un sitio bonito, con servicio correcto y unos platos ricos que no defraudan. Una propuesta de lo más suculenta en un entorno donde lo rústico y el puntito más chic se cruzan y consiguen el milagro de maravillarte en el transcurso de esta particular fusión gastronómica.

El servicio de comida para llevar de Ablanedo te permitirá no perderte ni uno de los grandes éxitos del local

Un pequeño paseo por esos sabores y recetas salidas del Mediterráneo que saben a casa, que huelen a siempre y que alimentan los sentidos. Una propuesta sencilla, sin alardear, que busca que el comensal esté cómodo; y más ahora que nuestras cabecitas necesitan tranquilidad.

¿Te encuentras en un momento de lo más indeciso y necesitas nuestra gastro-recomendación? Pídete la ensaladilla de langostinos, el queso de oveja añejo, las croquetas de chipirones en su tinta con alioli negro, los huevos rotos con alcachofas, el picadillo asturiano de Noreña con sus huevos y patatines, la ensalada de queso de cabra con frutos secos, el pollo al curry con arroz salvaje, el timbal de confit de pato con setas, las albóndigas de merluza y gambas con salsa de azafrán y arroz, la sepia con langostinos y gulas con crujiente de ajos, el carpaccio de lubina, el cous cous ibérico, el saco crujiente de pixin con langostino y verduras y su impresionante cachopo con patatas y pimientos de padrón, que te hará temblar a cada bocado. Postre, ¿no? No te saltes su strudel de manzana con helado de vainilla ni su tarta de obleas con chocolate y dulce de leche. No dirás nimientras te lo zampas.

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